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El análisis de las primeras mesas de votación chilenas en el exterior revela que el Rechazo Cívico (compuesto por la abstención y los votos nulos/blancos) se consolidó como la principal fuerza electoral en Nueva Zelanda. El fenómeno se mantuvo casi estable porcentualmente entre los años 2021 ($46,59\%$) y 2025 ($46,06\%$), aunque numéricamente se incrementó de 828 a 1.011 sufragios, lo que confirma que el «estallido social electoral» se mantiene inalterado y con la primera mayoría.
Este resultado crucial será oculto bajo la narrativa mediática hegemonizada. Si bien los titulares de prensa destacarán que Jeannette Jara «arrasó» con sus 653 sufragios, esta votación fue significativamente inferior a los 1.011 votos que componen el Rechazo Cívico. Esta invisibilización, que probablemente replicará la prensa internacional, omite que el Rechazo Cívico superó con creces a Johannes Kaiser (segunda mayoría, 166 votos) por 845 electores, y dejó muy maltrecho a José Antonio Kast (tercera mayoría, 123 votos) por 888 electores, demostrando la magnitud de un fenómeno que es, de lejos, la primera fuerza electoral del padrón.
📊 Tendencias de los Bloques Políticos del Voto Válido
El voto válido en Nueva Zelanda muestra una clara polarización de ambos extremos.
La Izquierda/Centroizquierda (Jara, ME-O, Artés y Mayne-Nicholls) demostró un aumento absoluto, pasando de 487 sufragios ($27,4\%$ del padrón en 2021) a 700 sufragios ($31,9\%$ en 2025). Individualmente, la candidata Jeannette Jara obtuvo 236 votos más que los logrados por Gabriel Boric en 2021, confirmando una clara “izquierdización” del voto válido. Esto reafirma el “Jaranazo” de las primarias, que es un fenómeno de polarización hacia la izquierda; no obstante, esta tendencia no fue suficiente para reducir significativamente la tasa del Rechazo Cívico, siendo este su principal problema para la segunda vuelta.
En el espectro opuesto, el voto Ultra-Conservador/Libertario experimentó un alza dramática: mientras que José Antonio Kast obtuvo solo 43 votos en la primera vuelta de 2021, la suma de los candidatos del mismo espectro en 2025 (Kast + Kaiser) ascendió a 289 sufragios. Este salto de 246 votos confirma una clara polarización y «radicalización de la derecha» entre los electores. Esta tendencia se da a costa de la reducción de la votación de candidatos más tradicionales (Matthei y Parisi), y al igual que para la izquierda, su principal problema para la segunda vuelta es que su votación fue opacada por la Primera Mayoría del Rechazo Cívico.
La consolidación del Rechazo Cívico como principal fuerza obligó a una radicalización de la votación de la Centroizquierda hacia la Izquierda, así como una radicalización del votante tradicional (Matthei-Parisi) hacia el espectro de Kast-Kaiser. Sin embargo, ninguna de estas tendencias de polarización logró opacar la sombra del Rechazo Cívico, que se mantiene inalterado como el mayor desafío para la segunda vuelta.
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