Autor: Patricio Altamirano (Subcomandante), EPLN-BA, Santiago de Chile, 01 de septiembre de 2025.
Mi tesis de pregrado, «La Ruta de la Modernización Agraria Chilena: Capitalista, Reaccionaria y Extranjerizante», fue el resultado de mis estudios de sociología en la extinta Universidad Arcis. Mi trabajo ofrecía una crítica profunda a las narrativas convencionales, lo que generó una reacción inicial inesperada.
Mi revisor, un sociólogo chileno de izquierda, se entusiasmó con mi enfoque y sugirió un segundo revisor, un reconocido experto en modernización agraria. Sin embargo, el experto, tras leer mi tesis, se negó a validarla, argumentando que «quien escribió esto es un genio o un delirante». Al ser presionado, admitió que el trabajo desmantelaba por completo las ideas expuestas en sus propios libros, lo que hacía imposible su aprobación.
Mi investigación se basó en el uso de fuentes poco exploradas, como el boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), quien tiene un edificio institucional imponente que se erige al costado del Teatro Municipal de Santiago.
Sumergiéndome en estos documentos, pude constatar que el sector terrateniente más influyente de Chile había iniciado una modernización agraria que no solo sobrevivió a las reformas de Alessandri, Frei y Allende, sino que se fortaleció, transformándose en una burguesía agroexportadora. Esta conclusión, irrefutable a la luz de las fuentes, cuestionaba tanto a los intelectuales progresistas como a los historiadores conservadores, ya que ninguno había abordado este fenómeno con la profundidad necesaria.
Un claro ejemplo de mi perspectiva es el capítulo «Del Terrateniente al Agro Exportador», que demuestra cómo los agroexportadores surgieron en la década de 1920 a través de figuras clave como los Alessandristas, los Laboristas (con influencias nazis), y el Gremialismo hacendal liderado por Jaime Larraín García Moreno. Esta línea de tiempo y sus actores, como Carlos Keller y Jorge Prat Echaurren, son esenciales para entender la continuidad de la élite en el poder.
El Desafío Editorial y la Recepción Inesperada
Una porción de mi tesis de pregrado se materializó en el libro «La Casta de los Larraín en la Burguesía Chilena» (2021). A pesar del inmenso apoyo de mis amigos, el manuscrito fue rechazado por editoriales «progresistas». El argumento constante fue el mismo: «se negaron validarla, argumentando que quien escribió esto es un delirante, que se basa en un extensa bibliografía, que solo usa él».
Mi libro sostenía que el Partido Radical, lejos de ser un agente de cambio de la izquierda, funcionó como un instrumento de la élite económica, específicamente del clan Larraín, para modernizar el país sin comprometer su estructura de poder. Esta tesis, constata que la clase alta impuso un «pacto anticampesino» en el año 1938, que buscaba una modernización industrial controlada que no incluyera una reforma agraria que afectara las haciendas. Para lograr este objetivo, el Partido Radical se alió con la izquierda, pero con la condición de que esta moderara sus demandas.
La Estrategia Electoral y la Concentración de Poder
Las elecciones presidenciales de la época revelan la eficacia de esta estrategia. En 1942, el radical Juan Antonio Ríos Morales ganó la presidencia. A pesar de haber sido expulsado de su partido por su cercanía con el ideario de Arturo Alessandri Palma e Ibáñez del Campo, su triunfo permitió que miembros de la élite como los Matte Larraín accedieran a carteras clave, utilizando recursos estatales para financiar sus propios proyectos industriales.
De manera similar, en 1946, la victoria de Gabriel González Videla se debió, en parte, a la división de la derecha. Sin embargo esta división fue una táctica deliberada del sector alessandrista para infiltrar el nuevo gobierno y romper la alianza del Partido Radical con la izquierda. Esta maniobra fue exitosa, culminando en un «gobierno de Concentración Nacional» (1948-1950) que incluía a conservadores y liberales, y con Jorge Alessandri Rodríguez en el Ministerio de Hacienda. . Este movimiento consolidó el control de la élite sobre la modernización.
La «Ley Maldita» y la Modernización Controlada
Tras las elecciones de 1946, la derecha afianzó su poder con la Ley de Defensa de la Democracia de 1948, conocida como la «Ley Maldita». Esta legislación proscribió el Partido Comunista y limitó el derecho a huelga. El texto argumenta que esta ley fue una herramienta clave para mantener a los sectores populares «adormecidos» y bajo control, permitiendo que la modernización continuara bajo los términos de la élite.
Esta modernización, liderada por el clan Larraín-Matte, se centró en la creación de una nueva «oligarquía industrial». Las familias de la élite utilizaron sus capitales agrícolas y financieros para invertir en industrias como la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), un ejemplo del «desarrollo hacia adentro de los Larraín». El modelo consistía en financiar la industria con la ayuda de créditos estatales de la CORFO, mientras se mantenía intacta la estructura de propiedad de las haciendas en las zonas rurales, asegurando el control sobre el voto campesino.
Una Recepción que Trasciende la Academia
A pesar de los rechazos iniciales, el libro fue publicado en 2021 por la editorial «Ojo Editores», gracias al apoyo del emprendedor popular don Claudio Corvalán, su principal impulso fue que vio mi libro como un valioso complemento al trabajo de Gabriel Salazar, que permitía cuestionar la el poder en Chile. Su gestión ¡Fue extraordinario! Logro una impactante entrevista en un medio relevante como el programa de Freddy William Stock Donoso, que multiplico las ventas de forma exponencial.
Por las razones expuestas la primera edición de 500 ejemplares se agotó, principalmente entre residentes de barrios acomodados como Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, que buscaban entender el rol de sus propias familias en la élite del país. También se convirtió en un regalo popular en la clase media y fue adquirido por sectores populares que querían identificar a los «verdaderos responsables» de los problemas de Chile.
El impacto del libro: «La Casta de los Larraín en la Burguesía Chilena», trascendió los canales editoriales convencionales, consolidándose como una referencia académica significativa. Al ser inicialmente invisibilizado, su trabajo forzó a intelectuales de élite a comprarlo y citarlo, motivados por la presión de sus propios alumnos que lo utilizaban como fuente bibliográfica. Este hecho demuestra la influencia y el vacío de análisis que llenó esta investigación.
Este reconocimiento, logrado de manera autónoma, valida la profundidad de perspectiva crítica sobre la burguesía chilena. Su compromiso con este enfoque se manifiesta en la creación de la editorial «Ediciones Ejército Pacifista de Liberación Nacional Beatriz Allende», que continuará publicando sus próximos trabajos, y en la intención de impulsar la futura Universidad Subcomandante Tamara, alias de Cecilia Magni Camino.
Inspirado en la lógica expuesta sobre la relación entre el clan Larraín y el Partido Radical, a continuación, se presenta una lista de título de textos que incentivan a indagar las dinámicas de poder entre la élite económica y los distintos gobiernos y movimientos políticos de Chile:
1. La Casta Larraín y la Concertación de Partidos por la Democracia.
2. Las Castas Larraín, Luksic y la Nueva Mayoría.
3. La guerra civil entre las Castas: Larraín, Piñera y Paulmann.
4. Las Castas Larraín, Luksic y las capas medias: Boric y el Frente Amplio.
5. La Casta Paulmann y el Eje Mattei-Kast-Kaiser-Parisi.
Pueden crearlo vía IA.